Alois Podhajsky



                                                 
                                       
         
"Cuanto más hierro haya en la boca del caballo, más lejos se está del arte"

Wilhelm Musseler



El montar exige del jinete que se compenetre con las susceptibilidades y pensamientos del caballo

Capitán Etienne Beudant



                   

"El jinete debe reducir sus acciones al mínimo y dejar la mayor libertad al caballo en sus movimientos." 



General L'Hotte


                                                               
 La calificación que se da a la Alta Escuela de artistica o científica no está fundada en extraordinarios movimientos, o en que sean simples o complicados, sino en que se ejecuten con extraordinaria ligereza.

Gustav Steinbrecht





Si el arte no fuera tan difícil tendríamos muchos buenos jinetes y excelentes caballos de monta.
Pero el arte requiere algo más, unos rasgos que no están en todos: inexcusable paciencia, firme perseverancia contra los contratiempos y coraje, combinado con una calma alerta. Si estas semillas están presentes, solo un verdadero y profundo amor por el caballo pueden desarrollar en nosotros el carácter preciso para alcanzar el arte.

James Fillis

                                                               

La caricia debe seguir tan de cerca a la concesión
como la corrección a la falta.



François Baucher






En equitación, la palabra equilibrio resume toda la ciencia





François Robichon de la Guernière


"Es menester tener tener mucha afición a los caballos, una grandisima paciencia y ser vigoroso y atrevido. Estas circunstancias son las principales que forman el verdadero hombre de a caballo."



"La flexibilidad y ausencia de coacción son las condiciones previas a toda obediencia voluntariamente ofrecida, que no sea un martirio o una esclavitud para el caballo"


                                            François Robichon de la Guerniére (1688-1751)


Antoine de Pluvinel


                                                   
“Gracias a mi paciencia y mi trabajo se ha convertido en un caballo tan sumiso y de cabeza tan firme, que soy capaz de hacerle maniobrar en compañía de otros buenos y bravos jinetes, con las riendas sueltas sobre las crines llevando yo las manos pegadas al cuerpo; esto prueba lo firme de la cabeza del caballo y su perfecto conocimiento de las ayudas... “



Antoine de Pluvinel (1552-1620)